La aparición en la Iª GM. de los carros de combate obligó a un cambio profundo de las tácticas de combate terrestre. Había que incorporar a ellas un arma tan significativa y, a la vez, había que diseñar modos de combate a las que el enemigo pusiera en liza. Y, en contra de la percepción más generalizada, el ejército alemán no destacaba en ninguna de esas facetas cuando empezó la siguiente conflagración mundial: sus carros de combate eran mediocres y escasos y sus medios para combatir a los del enemigo, ineficaces. Así, como solución de emergencia para enfrentarse con alguna posibilidad de éxito a los carros británicos, franceses y, sobre todo, soviéticos, nacieron los cazacarros. Editorial Almena. Autor: Javier Ormeño Chicano, 151 páginas, tapa blanda, formato 240x170 mm., 178 fotografías B/N y 16 fotografías color. Ref. 69859.